La diseñadora Vera Wang vive a lo grande

A lo largo de los años, he escuchado muchos comentarios sobre Wang que decían: “Por supuesto que tiene dinero, es la hija de un señor de la guerra chino”. No tenía la menor idea de lo que era un señor de la guerra y todavía no la tengo. A esto le siguió: “Sus padres la apoyaron hasta que cumplió 39 años”. Esto se decía porque se sabía que Vogue pagaba salarios modestos. La razón de esto era el hecho de que todas sus editoras eran chicas ricas con padres que pagaban sus gastos mensuales, incluido el alquiler. Sabía que eran un grupo de mujeres elegantes y delgadas, bellamente vestidas, pero no tenía idea de si esto era cierto. Y finalmente, se rumoreaba que Wang era campeona de patinaje artístico, pero abandonó el deporte porque sentía que no era capaz de ganar una medalla de oro olímpica. Esto lo puedo entender: es una meta bastante desalentadora.

Vera Wang en una de sus exóticas creaciones

Luego, en la edición de febrero de 2020 de Vogue, me encontré con un fascinante artículo de seis páginas sobre Wang y su enorme dúplex de 700 metros cuadrados en el décimo piso de un edificio diseñado por la reconocida arquitecta Rosario Candela. Esta estructura Art Decó de 1929 fue el tema de un libro titulado “740 Park: The Story of the World's Richest Apartment Building”, escrito por Michael Gross y publicado en 2005. Sí, se puede comprar en Amazon .

Este es el apartamento en el que vivieron los padres de Wang durante 30 años y ahora era suyo. “Qué regalo tan maravilloso de sus padres”, me dije a mí mismo cuando leí esto. Y luego seguí leyendo y descubrí que Wang COMPRÓ el apartamento por 23,1 millones de dólares; el dinero fue a parar al patrimonio de su difunto padre. El Sr. Wang y su esposa, Florence, pagaron 350.000 dólares por el dúplex en 1983, lo que significa que lo compraron por seis dígitos y lo vendieron por ocho.

HA TENIDO UNA CARRERA ESTELAR En general, Wang ha vivido una vida bastante interesante a sus 71 años. Nació en la ciudad de Nueva York y fue a las escuelas Chapin y Sarah Lawrence. En su adolescencia ganó premios de patinaje artístico pero, después de graduarse de la universidad, abandonó este deporte. Comenzó a trabajar para Vogue y a la tierna edad de 23 años fue ascendida a editora senior de moda, un título que mantuvo durante los siguientes 15 años.

Se casó en 1989 y, al año siguiente, abrió su propia boutique nupcial con financiación de su padre. Perfeccionó sus habilidades como diseñadora de moda y lanzó una colección de sofisticados vestidos de novia. Pero su gran oportunidad llegó durante los Juegos Olímpicos de 1994, cuando diseñó un conjunto con cuentas hechas a mano para la patinadora artística Nancy Kerrigan. Su negocio ha seguido creciendo y ahora incluye lencería, joyas y productos para el hogar.

¿CASA? A VER QUÉ PASA En su día, este espectacular apartamento estaba dividido en habitaciones: seis para el personal y seis dormitorios. Ahora no queda ni rastro de eso. Las paredes han sido despojadas de la piedra caliza y han desaparecido todas las molduras; ahora parece una caja blanca. “Todo esto ha sido un ejercicio de locura total”, se ríe. “Sabía que estaba haciendo algo sacrílego porque este edificio es muy famoso arquitectónicamente. Quería que las habitaciones fueran como un estudio, donde pudiera mover las cosas de un lado a otro”.

A lo largo de un período de 10 años (o nueve veranos), el palaciego apartamento neoyorquino de Vera Wang fue remodelado lentamente.

Una obra de arte brillante está montada sobre una chimenea en la sala de estar.

UN TRABAJO EN PROGRESO DURANTE 10 AÑOS “Esto no es tan loco como parece”, le explica a la escritora Lynn Yaeger mientras conversan en el apartamento. “En este edificio solo se permite renovar desde el Día de los Caídos hasta el Día del Trabajo, así que en realidad han pasado nueve veranos”. Siguiendo adelante, arrancó los lavabos de pedestal de los baños con sus patas de cristal Tiffany y los guardó. “Se los pueden devolver a quien viva aquí después de mí”, dice. (He tenido lavabos de pedestal toda mi vida, me encantan. Por supuesto, ninguno de ellos tenía patas Tiffany).

Un salón con aires de galería: todas las fotos son cortesía de Vogue, febrero de 2020

¿Cómo se ve Wang en todo esto? “Básicamente, soy minimalista de corazón”, dice, mientras Yaeger y Wang suben una impresionante escalera en el dúplex. ¿Y adivinen qué?

Su reivindicación del minimalismo se va al traste

No, se ha ido al carajo. ¿Cómo? Esos seis antiguos dormitorios son ahora un ARMARIO GIGANTE que guarda la moda del último medio siglo. Me he quedado sin palabras: salvo por una última cosa: hay 17 pantallas de televisión en esta morada desmesurada.

Ver artículo completo