¡Guau! Ella controla una estación espacial

Me encanta leer sobre mujeres jóvenes que desempeñan trabajos inusuales, y este realmente me llamó la atención. La descripción del trabajo en sí es bastante técnica, por lo que la dividiré en "fragmentos en un lenguaje sencillo" para que sea más fácil de entender.

Lauren Cooper trabajando duro (nótese el contenedor de café gigante)

Fotografía cortesía de Smithsonian Air & Space, junio/julio de 2018

¿QUIÉN ES ELLA?

Durante los últimos tres años, Lauren Cooper ha trabajado como “ingeniera de operaciones de la Estación Espacial Internacional (ISS)” en el Centro Espacial Johnson, ubicado en Houston, Texas. En la sala de control de misión, Cooper permanece alerta durante turnos de ocho horas mientras ella y sus colegas realizan la planificación de la misión, el análisis y las operaciones en tiempo real para la estación espacial.

Los controladores de vuelo verifican los sistemas y están preparados para emergencias durante una caminata espacial en enero de 2017 para reemplazar las baterías de la ISS

Fotografía cortesía de Smithsonian Air & Space, junio/julio de 2018

¿QUÉ SIGNIFICA ESTO EXACTAMENTE?

La Estación Espacial Internacional es una gran nave espacial que orbita alrededor de la Tierra. Sirve como hogar donde viven y trabajan las tripulaciones de astronautas y cosmonautas: es un laboratorio científico único que viaja a 28.000 km/h y orbita la Tierra cada 90 minutos.

La estación espacial tiene entre tres y seis astronautas y está controlada por un software de a bordo, pero esto cambia durante los encuentros y los acoplamientos. “Es un tema totalmente diferente”, dice Cooper, “los acoplamientos que traen suministros y/o personas requieren gran habilidad y paciencia”. Nota: para mantener contenta a la tripulación del laboratorio en órbita, incluso envían helados.

La Estación Espacial Internacional – foto cortesía del New York Post

¿POR QUÉ ES ESTE UN ASUNTO DIFÍCIL?

“Por ejemplo, puede que tengamos que hacer que la estación espacial se mueva hacia adelante o hacia atrás para que la nave espacial que se acerca pueda llegar a un puerto de atraque determinado”, explica. “Para nosotros no es una carrera de velocidad, es una maratón. Empezamos a prepararnos con meses de antelación. A medida que nos acercamos a las últimas semanas, las limitaciones de tiempo son críticas”.

¿QUE ES LO MÁS EMOCIONANTE?

“Trabajar con los astronautas y su regreso a la Tierra”, dice Cooper. “Observas durante tres horas cómo la tripulación emprende su viaje a casa; pasan por un regreso bastante violento. Están en una bola de plasma que atraviesa la atmósfera y luego tocan tierra. Una de las cosas más emocionantes y emotivas para mí es saber que he jugado un papel en traer a estos chicos a casa”.

¿CUANDO SE TRABAJA?

“Cuando eres nuevo, trabajas en el turno de noche, pero es cuando los astronautas y los cosmonautas están despiertos, así que es una jornada laboral completa en mitad de la noche. Lo genial es esto: la tripulación enciende sus cámaras para que puedas verlas girar y flotar mientras estás en tu escritorio trabajando por el mismo objetivo”, añade.

¿CÓMO SE ENTRENA?

Todos los ingenieros de operaciones de la ISS deben completar un programa de formación de dos años. “El primer año es de formación técnica, por lo que se obtiene un máster en el sistema de control de movimiento de la Estación Espacial Internacional”, explica Cooper.

Museo Nacional del Aire y el Espacio: el Instituto Smithsonian es el museo, complejo educativo y de investigación más grande del mundo.

“El primer año consta de una serie de clases y exámenes, y luego te sometes a simulacros de ocho horas en los que te van proponiendo una serie de fracasos. Es bastante agotador psicológicamente. Una vez que lo apruebas, estás certificado para sentarte en el Centro de Control de Misión”.

“Mi padre es piloto privado y mi abuelo estuvo en la Fuerza Aérea, así que siempre he tenido esta pasión por volar”.

Entrevista realizada por Rebecca Maksel para Smithsonian Air & Space, junio/julio de 2018

ACTUALIZACIÓN: El 5 de septiembre de 2018, el New York Post informó que se había perforado un pequeño agujero en la Estación Espacial Internacional. El hallazgo se produjo cuando los astronautas estadounidenses y los cosmonautas rusos notaron una caída de presión. Si no se hubiera detectado, la tripulación se habría quedado sin aire en 18 días. Se ha iniciado una investigación para encontrar al responsable.

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