¿Por qué Hillary perdió una “apuesta segura”? PARTE IV

Destrozada: La campaña condenada al fracaso de Hillary Clinton (continuación de las últimas tres semanas, publicada el 20 y 27 de septiembre y el 4 de octubre. Esta es la última de esta serie)

LA CONVENCIÓN: La gran revelación

Debido a las limitaciones de espacio, he saltado a la página 280, donde los autores declaran que: “Hillary había luchado por definirse a sí misma y a su campaña de maneras que atrajeran a los votantes. No le gustaba tomar temas en los que había estado trabajando durante años y resumirlos en pequeños fragmentos de sonido. Vivía para la complejidad”. ¡Ahí está de nuevo! Más de un año de campaña y TODAVÍA NO hay nada "en la página antes de que esté en el escenario" y sí, soy muy consciente de que me estoy volviendo aburrido al repetir esto, ¡PERO simplemente no puedo creerlo!

Con la esperanza de terminar con una nota alta en la convención demócrata, varios redactores de discursos trabajaron incansablemente en el gran momento de Hillary: su aceptación de la nominación, que se describe de esta manera: “Una de las líneas de distinción más claras entre un gran discurso político y uno mediocre es la capacidad del orador para convertir el final en un gran llamado a la acción”.

“Hillary ha fracasado.”

EL DINERO: ¿Quién gastó qué?

Es fascinante saber dónde y quién gastó el dinero: échale un vistazo:

• En julio de 2016, Hillary gastó 37 millones de dólares frente a los 18 millones de Trump.

• Tenía 58,5 millones de dólares en el banco: 20 millones más que Trump.

• Hillary tenía 800 empleados remunerados, mientras que Trump tenía 130 personas.

Al mismo tiempo, Trump recibió 80 millones de dólares en contribuciones sólo en julio de 2016.

LA PREPARACIÓN: La conducta es el debate

A medida que se acercaban los debates presidenciales, “el equipo de Hillary creía que Trump llegaría con expectativas tan bajas que su actuación se consideraría un éxito si no babeaba sobre sus zapatos. Por otro lado, se suponía que Hillary brillaría en un formato que recompensara la preparación, la rápida memorización de los hechos y la capacidad de centrarse tanto en las respuestas en cuestión como en una estrategia general”.

Después de tres debates, todo el mundo estuvo de acuerdo en que Hillary ganó con actuaciones casi impecables. “Fue más presidencial, totalmente del establishment y superensayada. Trump encarnaba el cambio, para bien y para mal. Hillary había hecho lo que se suponía que debía hacer para ganar, y Trump había desaprovechado una oportunidad tras otra para hacerse pasar por un comandante en jefe tradicional”.

ONCE DÍAS: La carta de Comey

El 28 de octubre, un miembro de su equipo le dijo a Hillary que el director del FBI, James Comey, había “enterado de la existencia de correos electrónicos que parecen ser pertinentes para la investigación. El caso fue reabierto”. Esto ocurrió once días antes de las elecciones.

James Comey: exdirector del FBI

“Muchos votantes insatisfechos aún no habían decidido cuál de los dos candidatos era el menor de los males. Los aliados de Trump creían, o al menos esperaban, que la indecisión de los votantes jugaría a su favor. De repente, la quijotesca incursión de Trump en el interior del país parecía mucho más acertada desde el punto de vista estratégico, y la atención de Hillary a la ampliación del mapa electoral parecía equivocada”.

DOS PALABRAS: “Felicitaciones, Donald”

“Las primeras encuestas a la salida de las urnas indicaban que Trump estaba teniendo un desempeño un poco más fuerte de lo esperado en el Cinturón del Óxido. El equipo de Hillary se trasladó al Javits Center (con su techo de cristal) en Manhattan, donde se estaban haciendo los preparativos para su fiesta de la victoria”.

El techo de cristal en el Javits Center la noche de las elecciones

“La tortura fue insoportable en gran parte porque, si bien estaba claro que Trump estaba superando las expectativas, las contiendas en Pensilvania, Michigan y Wisconsin estaban demasiado reñidas como para dar un veredicto definitivo”.

Un miembro del personal dijo: “Nuestros modelos analíticos estaban totalmente desfasados. Es hora de volver a las encuestas tradicionales. Confiamos demasiado en los análisis”.

“Una nación de demócratas permaneció sentada en silencio, atónita. No habían sido advertidos. Hillary no había sido advertida”. En las primeras horas del 9 de noviembre de 2016, la parte superior del Empire State Building brillaba de rojo: Donald Trump era el próximo presidente de Estados Unidos.

El edificio Empire State anuncia el resultado de las elecciones de 2016

POSCRIPCIÓN: El mundo político puede ser brutal. Hace un tiempo, fui a Washington con el cliente para recoger un premio por una campaña política impresa que creamos. La reunión para esta entrega de premios tuvo una gran cantidad de asistentes y se celebró en el elegante ANA Hotel (actualmente The Monarch). La cena fue excelente y después de servir el postre se anunció que se emitirían los anuncios televisivos políticos ganadores, de todo Estados Unidos. Nunca habíamos visto anuncios tan asombrosos antes, y no los hemos visto desde entonces. Eran creaciones crueles y sin restricciones. No podíamos creer lo que estábamos viendo.

Eso es política.

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