Viajando por Italia

Cuando estuvimos en Roma, tenía muchas ganas de viajar al sur, a Nápoles, pero en lugar de eso, fuimos al norte, a Florencia, en una excursión de un día. Nos lo pasamos genial y aprendimos mucho, pero aún así me gustaría volver a visitar el sur de Italia.

La famosa y fascinante Fuente de Trevi de Roma

Por eso me llamó la atención un artículo en Condé Nast Traveler (marzo de 2018) escrito por Katie Parla, una escritora que sabe cuál es la mejor manera de viajar de Roma a Nápoles. Hay dos opciones: si se va en tren de alta velocidad, se tarda poco más de una hora. Pero ella prefiere alargar su viaje a cuatro días y, como dice, “sentarse a disfrutar de tres platos en restaurantes de 400 años de antigüedad y visitar palacios borbónicos”.

DEJANDO ROMA

Parla advierte que es mejor alquilar un coche que pueda circular por calles estrechas. Luego, comience su viaje en dirección a la ciudad de TIVOLI, en lo alto de una colina. Desde allí, conduzca hacia el sur hasta OLEVANO ROMANO, un pueblo de casas de piedra con vistas a los picos volcánicos inactivos de la zona. Parla dice: "He conducido por casi todas las carreteras secundarias del sur de Italia; esta vista nunca deja de sorprenderme".

Puesto de frutas en Nápoles, Italia. Foto cortesía de Condé Nast Traveler, vol. II, 2018

Por la mañana, sigue por Via Casilina hasta CIOCIARIA, una región conocida por su cocina pobre y su terreno montañoso de otro mundo. Aconseja: “Ignorad los polígonos industriales por los que pasaréis porque pronto volveréis a estar en una zona verde y os dirigiréis a la ciudad medieval de ANAGNI”.

DONDE ESTACIONAR

La mayoría de los pueblos tienen calles exclusivas para peatones, por lo que es mejor aparcar en los aparcamientos situados fuera de las murallas de la ciudad. Si se adentra en la región de Ciociaria, comenta: "Una excelente parada para cenar es Agriturismo Cerere, con su pasta casera. Después, pase la noche en Sotto Le Stelle, un hotel rural de lujo que en su día fue la casa de un obispo.

Parla señala: “La última vez que hice este viaje, comencé con una visita a Agricola San Maurizio, una granja orgánica y luego conduje hacia el sur por un camino sinuoso que conducía a la Abadía de Montecassino, un monasterio benedictino restaurado que fue destruido en la Segunda Guerra Mundial”.

En marcado contraste, a 30 minutos al sureste, se encuentra SAN PIETRO INFINE, un pueblo de piedra dejado intencionalmente en ruinas para dar testimonio de los estragos de la guerra. Sus muros desmoronados preservan de manera inquietante las secuelas de la destrucción.

UN PALACIO Y UNA PIZZERÍA

A tan solo 45 minutos al sur se encuentra la Reggia di Caserta, construida por los Borbones en el siglo XVIII y que cuenta con nada menos que 1200 habitaciones. Desde aquí se puede coger una mesa en Pepe in Grani, sin duda la pizzería más famosa de Italia. Si se avanza una hora hacia el suroeste se llega a SANT'ANASTASIA, un pueblo en las laderas del Vesubio. Parla comenta: "Si me dirijo al oeste, puedo decir que he llegado a NÁPOLES por los patinetes que pasan a toda velocidad".

Pizzas de Pepe en Grani, Italia. Foto cortesía de Condé Nast Traveler, vol. II, 2018

LO ÚLTIMO SOBRE CUBA

HAGA CLIC AQUÍ para leer nuestra mención más reciente sobre Cuba. Ahora es el momento de brindarle una actualización sobre este país insular porque el gobierno federal ha implementado nuevas restricciones. A continuación, se incluye un resumen fácil de leer:

• Ya no es posible reservar el viaje a Cuba por cuenta propia, sino que se debe organizar a través de un operador turístico estadounidense.

• Se permiten 12 tipos de viajes a Cuba, incluidas actividades educativas y religiosas. No se permite a los turistas tomar el sol en la playa.

• Los estadounidenses no pueden patrocinar determinados negocios y empresas. Esta lista incluye operadores turísticos, tiendas y hoteles.

• Algunas aerolíneas han reducido o suspendido sus servicios, pero JetBlue y American Airlines siguen ofreciendo vuelos regulares.

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