¡La Primera Dama lo hace!

Siempre estoy al acecho de mujeres fascinantes que hacen cosas inusuales, por lo que me detuve al leer un artículo que apareció en el New York Post el lunes 23 de septiembre de 2019.

Miranda Devine escribió un artículo de página completa titulado “Donald y Mel: un amor genuino”. En él, la escritora describe la cena de Estado que el primer ministro australiano y su esposa, Jennifer, celebraron en la Casa Blanca el viernes 20 de septiembre en Washington, en términos muy elogiosos.

Por supuesto, esto despertó mi interés de inmediato, porque hay tantas noticias políticas negativas en estos días; algo optimista y positivo fue refrescante. Según este artículo, Melania Trump y su personal fueron los responsables de este evento (la segunda cena de estado de esta administración), que fue un gran éxito.

¿QUIÉN ES MELANIA TRUMP?

Sé muy poco sobre esta bella dama, así que decidí investigar un poco. Lo primero que encontré fue que es una “ex modelo eslovena-estadounidense y actual Primera Dama de los Estados Unidos” que nació el 26 de abril de 1970 en Novo Mesto, Eslovenia. ¿QUÉ?

Lo primero que me vino a la cabeza fue “Bloque del Este”, pero me equivoqué. Eslovenia está considerada como parte de Europa Central y se describe de esta manera: limita con el mar Adriático, al oeste con Italia, al norte con Austria, al este con Hungría y al sur con Croacia. Como todavía no podía visualizarlo, imprimí un mapa ampliado y ¡allí estaba!

Melania se casó con Donald Trump el 22 de enero de 2005 (su tercera esposa) en Palm Beach, Florida, y obtuvo la ciudadanía estadounidense en 2006. Es la segunda primera dama de la historia de Estados Unidos que nació fuera de Estados Unidos. Su hijo de 13 años, Barron, nació el 20 de marzo de 2006.

EL MATRIMONIO DE TRUMP

En el pasado, ha habido una interminable especulación sobre el matrimonio de Donald y Melania. O, como escribe Devine, “la mayor parte de ella ha sido insultante y cruel. Las personas que odian al presidente no pueden creer que alguien pueda amarlo. En el mejor de los casos, miran a su esposa con lástima, prisionera de un matrimonio sin amor”. Sí, estoy de acuerdo con estas declaraciones. Algunos de los comentarios son francamente crueles.

Pero, continúa, “los que asistieron a la cena de Estado cuentan una historia muy diferente. Dicen que el afecto entre la primera pareja es genuino, demostrativo y de mutuo respeto entre bastidores. 'Es un matrimonio real, muy afectuoso', dijo un funcionario australiano que lo observó de cerca y en persona durante la visita de Estado de tres días”.

UN TRIUNFO SIN MITIGACIONES

“Fue la noche más magnífica, fascinante y mágica creada por la imaginación de la señora Trump”, dijo después el primer ministro Morrison, admitiendo que se sintió “invadido” por las lágrimas cuando la orquesta militar tocó la icónica canción australiana Waltzing Matilda .

El golfista australiano Greg Norman, que estaba sentado junto a la señora Trump, declaró en Instagram que fue “el mejor evento al que he asistido. ¡NUNCA!”.

Según se informa, Henry Kissinger le dijo al jefe de gabinete de Trump, Mick Mulvaney, que había sido una de las mejores funciones oficiales a las que había asistido. Se trata de un gran elogio para un estadista de 96 años cuya carrera comenzó con Nixon.

Melania pasó meses supervisando cada detalle ella misma. Se preocupaba por el aspecto, el olor y el sabor de las cosas. Fue idea suya organizar una cena al aire libre en el jardín de rosas. Le dijo a un invitado que había estado rezando para que no lloviera. ¡Por desgracia, los dioses del clima le regalaron una velada agradable!

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