El “Enfant Terrible” de la moda francesa

Una de las mejores características del Financial Times de fin de semana es el siempre popular “Almuerzo con el FT”, en el que un excelente escritor entrevista a una celebridad durante una o dos horas. Las preguntas y respuestas se entrelazan en el almuerzo que a menudo comienza con: por qué se eligió este restaurante en particular (por el entrevistado), qué aperitivos o platos principales pedir y, por último, qué bebidas se deben pedir al mediodía (si es que se piden).

UN CREATIVO AUDAZ Y FRANCO

A finales del año pasado, Harriet Agnew, corresponsal en París del Financial Times, entrevistó al diseñador de moda Jean Paul Gaultier en uno de sus restaurantes parisinos favoritos. La autora describe al diseñador de 66 años como “el enfant terrible original de la moda francesa, con una carrera de 40 años como provocador”. Entre los sinónimos de esto se encuentran “instigador” o “radical” (me encantaría decir “alborotador”, pero creo que es un poco demasiado fuerte).

¿Qué demonios hizo?

Según Agnew, se hizo famoso “subvirtiendo los conceptos tradicionales de masculinidad y feminidad a través de teatralidades extravagantes y estrafalarias”. Centrémonos en esto. Más específicamente, vistió a los hombres con faldas en la década de 1980 (con matices del kilt escocés, sobre esto hablaremos más adelante).

DIEZ AÑOS DESPUÉS FUE EL SUJETADOR DE MADONNA

Sí, has leído bien. Gaultier diseñó un sujetador cónico de satén rosa para la cantante estadounidense. Esto lo catapultó a la fama internacional. “Quería demostrar que las mujeres pueden ser fuertes y femeninas al mismo tiempo”, afirma. “Y que no todos los hombres son como John Wayne”.

Las semillas de esta idea se plantaron a temprana edad en su vida. Cuando tenía seis años quería una muñeca, pero sus padres no querían que tuviera una, así que le dieron un osito de peluche en su lugar. Rápidamente utilizó papel y alfileres para crear un pequeño sujetador puntiagudo. "Quería una muñeca", dice, "así que creé el primer osito de peluche transgénero". Tal vez "alborotador" no sea tan descabellado.

Uno de los osos de peluche originales, en exhibición en el Museo Nacional de Historia Estadounidense. Foto: cortesía del Smithsonian

Él nunca encajó con los chicos de la escuela.

Nunca le interesó el fútbol, ​​pero llamó la atención de sus compañeros de clase de otras maneras. Vio un programa del Folies Bergère en la televisión y se quedó prendado de los cristales de Swarovski, las plumas de avestruz y las medias de rejilla. Al día siguiente, en la escuela, dibujó lo que había visto. “La maestra se puso furiosa”, dice, así que le prendió el dibujo a la espalda y lo llevó de gira por las aulas para humillarlo.

Todo salió mal. A los estudiantes les encantaron sus dibujos y se sintieron intrigados por él. “Después de eso, me di cuenta de que podían aceptarme a través de mis dibujos”, dice. (La venganza es dulce; me encanta esta historia). A la tierna edad de 18 años, Pierre Cardin lo contrató como asistente y luego diseñó su primera colección de alta costura en 1997 sin dinero ni el respaldo de un gran grupo.

¿Y AHORA QUÉ PASA CON LAS FALDAS DE ESAS HOMBRES?

En el año 2000, fue invitado a la boda de Madonna y Guy Ritchie, que se celebró en Escocia, donde el novio llevaba un kilt. Gaultier le preguntó a Ritchie si era cierto “que no se lleva nada debajo”. La respuesta fue: “Por supuesto”, seguido de una rápida demostración (use su imaginación).

LO QUE SE SIEMBRA DE RECOGE

En 2018, se estrenó en el Folies Bergère, la sala de conciertos de París, una revista autobiográfica que escribió y dirigió. Cuando se le pregunta si sigue siendo un infante terrible, Gaultier se ríe y responde: “Ahora soy el vieillard terrible, el viejo malo”.

ACTUALIZACIÓN: Poco después de terminar este blog, fui de compras y, en la calle 34 y la Séptima Avenida, vi un enorme cartel en Macy's y vi "Gaultier" escrito en letras grandes y en negrita. No pude leer el resto. El semáforo cambió y la multitud se abalanzó hacia él. Pero sí, sigue siendo el bebé terrible.

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