Buscando el amor

Hace poco encontré un artículo en la revista Marie Claire de junio de 2018 titulado “Cómo elegir pareja”, de Pamela Druckerman. Debajo del título había un subtítulo intrigante: “En este extracto exclusivo de su nuevo libro, There Are No Grown-Ups, la autora reflexiona sobre cómo dejó a los chicos y encontró a un hombre”.

Como en Nueva York todo el mundo habla y escribe sobre este tema con bastante frecuencia, pensé que le daría un repaso rápido porque probablemente era todo lo que ya había oído. Luego, comencé a leer y descubrí que estaba muy bien escrito, era perspicaz y deliciosamente divertido. Busqué en Amazon y sí, se puede comprar el libro en formato Kindle (13,99 dólares), tapa dura (16,20 dólares) o en rústica (18,76 dólares).

Por ahora, me limitaré a este artículo; sin embargo, Amazon tiene un párrafo llamativo sobre Pamela que dice: “La autora del best-seller BRINGING UP BÉBÉ investiga la vida a sus cuarenta y se pregunta si su mente alguna vez alcanzará a su rostro”.

Los franceses contra nosotros: lo vi de primera mano en la playa de la isla de Guadalupe, donde las madres estadounidenses observaban, regañaban y rondaban. Los franceses apenas recordaban que tenían hijos; ambos bandos sobrevivieron maravillosamente.

EN MARIE CLAIRE: SUS ROMANCES LOCOS

• Me atraían especialmente los extranjeros que leían periódicos en idiomas exóticos.

• Me embarqué en una gira romántica por el mundo, saliendo con un genio de habla alemana en Nueva York que no podía hacer contacto visual.

• Salí con un psiquiatra húngaro que, cuando me dejó, dijo que no estaba lo suficientemente herida emocionalmente para él.

• Un pretendiente ruso hablaba cuatro idiomas con fluidez. Me llevó casi un año darme cuenta de que no tenía sentido del humor en ninguno de ellos.

Comer bien en Rusia – Foto cortesía de National Geographic Traveler, julio de 2018

• Sabía que era una mala señal cuando un banquero mexicano no trajo nada para leer en nuestras vacaciones en la playa excepto un manual de negociación de bonos.

Una escena en la punta de Baja, México, donde es demasiado peligroso nadar en el océano.

• Salí con el hijo de un abogado de los suburbios de Chicago, quien decidió que yo no era lo suficientemente exótica para él. “A veces pienso que eres solo una chica judía de Miami”, me dijo. Yo tenía el mismo miedo.

ERA RARO RECIBIR ORIENTACIÓN CONCRETA

• Mi vida romántica parecía una procesión de episodios de comedias de situación. No estoy segura de cómo conseguía hacer algo de trabajo. Estaba en un estado casi perpetuo de angustia romántica.

• Ignoré a la tía que me advirtió que un hombre “no comprará la vaca si puede conseguir la leche gratis” (ella estaba en su tercer marido y había regalado mucha leche).

• Me sentí aliviada cuando alguien me dijo que cada uno tiene 30 almas gemelas potenciales en el mundo. Cuando se lo repetí a un colega, me dijo: “Sí, y estoy intentando acostarme con todas ellas”.

Entonces ocurrió un milagro romántico

• Un amigo en común me presentó a Simon en un bar. Era guapo y tenía un acento londinense encantador.

• La familia de Simon era diferente a la mía. En su casa había varios miles de libros, muchos de ellos escritos por familiares, amigos y colegas.

• Simon era un decodificador humano. Podía detectar las motivaciones de las personas y explicar sus cualidades buenas y malas con la misma claridad con la que yo podía detectar las marcas de zapatos y bolsos que llevaban.

• Cuando me despidieron de mi periódico, en medio de despidos masivos, me mudé a París y me convertí en periodista independiente. Poco después, Simon me propuso matrimonio.

AMAZON OPINA CON ESTOS PENSAMIENTOS

Mitad memorias sinceras, mitad investigación hilarante de la vida cotidiana, “ There Are No Grown-Ups ” analiza la década intermedia en la que…

• Hay al menos un deporte que tu médico te prohíbe practicar

• Te impacientas mientras te desplazas hacia abajo hasta tu año de nacimiento.

• Tus padres han dejado de intentar cambiarte.

• Sabes que está bien si no te gusta el jazz.

A mí me parece un libro fantástico sobre aviones y trenes. ¿Qué opinas?

Shaun Nelson-Henrick

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