Una mirada a Manolo Blahnik

Cualquiera que haya visto Sex and the City seguramente ha oído hablar de Manolo Blahnik. El personaje de Sarah Jessica Parker, Carrie Bradshaw, era una ávida fanática de los tacones del diseñador. Hace poco, por fin vi el documental de 2017 sobre el hombre detrás de estos zapatos: "Manolo: The Boy Who Made Shoes for Lizards". En pocas palabras, es un documental que no te puedes perder. Realmente te permite ver a Manolo el hombre y a Manolo el diseñador.

Blahnik creció en las Islas Canarias y llegó a Londres a finales de los años 60, donde abriría su primera boutique en Chelsea en 1973. Lo que aprendemos de este documental no solo tiene que ver con los altos estándares que se impone a sí mismo, sino también a sus diseños. En primer lugar, ¡todavía dibuja todos sus diseños! Sus bocetos en color son obras de arte.

Durante la producción, Blahnik debe estar presente. De hecho, no deja el prototipo en manos de nadie más que de él mismo. Elegante con su bata de laboratorio, está allí para asegurarse de que el prototipo sea exactamente como lo imaginó.

Recientemente, Blahnik habló con Alexandra Shulman (ex editora en jefe de la revista Vogue británica) del(Open Link in new window) Sunday Times(Open Link in new window) .

Al igual que el diseñador de Chanel Karl Lagerfeld, no tiene miedo de decir lo que piensa, lo que probablemente horrorice a cualquier publicista. Shulman mencionó este documental durante la entrevista. ¿Y qué dijo Blahnik al respecto?

“Fue una película mutilada”.

Esa frase me hizo pensar: ¿qué quedó en el taller de edición? ¿Qué más hay que saber sobre Blahnik? Si pensaba que el documental "tal como está" era bueno, ¿imagínense cómo podría ser la versión sin filtros?

Tenemos una posible visión, a medida que continúa su entrevista con Shulman.

“Creo que es ofensivo. ¿Por qué no se fueron a Saint Martins?”, sobre el nombramiento por parte de Burberry del italiano Riccardo Tisci como director creativo. “Miles de niños. Con talento. Con talento. Pero quieren nombres. O por qué no eligen a ingleses que quieran estar en Inglaterra, como la chica de Céline, que es divina: Phoebe [Philo]. No sé si es una buena o mala elección, pero no es relevante. No es Inglaterra”.

En el documental podemos vislumbrar esta faceta de él, y su aprecio por la artesanía se extiende a su vida personal, como se reafirma en esta entrevista.

“Quiero todo lo que sea de Inglaterra. Quiero franela de las Midlands, hebillas de acero de Sheffield. Me niego a comprar ni siquiera ropa interior hecha en China. Me gusta Smedley. Se lava a máquina y se tira a la basura en los hoteles. Los tengo desde hace años”.

En definitiva, resulta reconfortante escuchar a alguien que trabaja en la industria de la moda y que no solo no tiene miedo de decir lo que piensa, sino que también actúa y habla con palabras. Aprecia la calidad y la artesanía.

Recomiendo encarecidamente no sólo ver el documental, “Manolo: El niño que hacía zapatos para lagartijas”, sino también leer la entrevista de Shulman.

- Aimee

PD: Hablando de calidad, es el momento perfecto para regalarte algo de Adea, con sus tejidos fabricados en Italia . ¡Qué agradables al tacto!

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